Este año se ha celebrado el XXXI encuentro de Logopedas, Foniatras y Audiólogos españoles y Fonoaudiologos iberoamericanos. El lugar elegido: Granada.
Un programa muy variado, lleno ponencias, comunicaciones y talleres con un lema común:
“Conectando ciencia y profesión”
Un congreso es un acontecimiento especial, no sólo para contrastar conocimientos, también sirve para ver la salud de nuestra profesión. Es el momento perfecto para estrechar lazos con compañeros de otras comunidades autónomas y de otros países.
Pasear entre las salas de exposición de material, poder conversar con sus autoras/es, de primera mano; tomar un café o saludar a aquellos compañeros con los que contactas habitualmente sólo por redes.
Como Comunidad Autónoma, estuvimos representados. Desde Mallorca llegamos un primer grupo el día anterior al inicio del Congreso. Pudimos asistir a la Exposición de fondos bibliográficos de interés para la Logopedia, en la Biblioteca General de la Universidad de Granada.
Parte de la “Delegación Mallorquina”: Joan Jordi Muntaner, Miquela Sastre, Marina Llobera y yo.
A parte de disfrutar del Congreso como la mayoría de los presentes, algunos de los que aparecen en la fotografía tenían participación en dos simposios, de temática distinta y desde diferentes puntos de vista: la clínica y la académica.
También presentamos información en forma de pósters. En los dos aparezco con la misma cara de agotamiento y estrés. La información de ambos trabajos la compartiré en próximas entradas del blog.
En este enlace podéis ver la entrada
que corresponde al
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Asistí a muchos talleres, todos los que pude, a simposios y comunicaciones. No puedo decir que ninguno me decepcionara, al revés. De todo pude extraer nuevas ideas, conceptos o confirmé que otras cosas que ya pensaba o hacía son correctos.
Me resulta imposible poner todas las fotos que tengo (no quiero parecer ese amigo que harta a los compañeros con las imágenes de su super viaje). He compartido algunas en Fb y otras en Instagram.
Pero lo que debe quedar grabado a fuego en nuestra mente es algo que todos ha repetido hasta cansarse: No publicamos, no investigamos, no nos hacemos valer lo suficiente como profesionales y eso debe cambiar.
Ese es nuestro gran reto para el futuro:
EL LOGOPEDA DEBE EMPODERARSE